miércoles, 16 de mayo de 2007

MI QUINTO MES DE VIDA UTERINA...

Sigo en pleno proceso de maduración... aunque a partir de ahora crezco a un ritmo algo más lento.
Mi organismo está trabajando en este momento para perfeccionarse
Además estoy construyendo mis propios sistemas de defensa.
Me queda la mitad del trayecto para llegar.
Imagino la cara de mi madre cuando me muevo... entusiasmada, ¿no?
Todo mi cuerpo está recubierto de una especie de "pelusilla" y ya me han salido cejas y pestañas de color blanco.
Este "traje" me sirve para amortiguar mis movimientos.
Aunque desde el momento de la concepción el género está ya definido, es a partir de ahora cuando podéis saberlo, siempre y cuando me ponga enfrente de la cámara, que no siempre es posible...
Tendréis que poneros de acuerdo en el nombre, pensadlo bien ¡que es para toda la vida!
Cuando fumas, el humo pasa a mí a través de tu sangre
Ya puedo... oir, especialmente los ruidos de tu cuerpo mamá: tu corazón latiendo, el sonido de tu sangre al fluir, los ruidos de tu aparato digestivo, tu voz...
¡Qué hermoso!
Me sobresalto con los gritos y los sonidos estridentes y noto... tu nerviosismo.
También distingo lo dulce de lo amargo.
Y... me gusta mucho más lo dulce.
De hecho trago más líquido amniótico cuando tú tomas algo dulce.
En cuanto a tí mamá... seguramente notarás que los malos ratos, la inestabilidad e inseguridad de los primeros meses han quedado atrás.
Lo más emocionante de todo es que ya me sientes, me muevo, me quieres ver, ¡qué ilusión!
Conviene... que la segunda ecografía del embarazo, alrededor de la semana 18, te la realice un especialista en ecografías con un equipo de alta resolución.
En esta ecografía se observan el feto y la placenta con detenimiento para comprobar cuál es su estado y evaluar la posibilidad de malformaciones. También se comprueba el estado del cordón umbilical y la cantidad de líquido amniótico. Y lo más probable es que ya veas si soy una niña o un niño. ¡Qué intriga!
Tu aspecto físico... delata tu embarazo. Tu cintura se ha desdibujado totalmente. Utiliza mucha crema hidratante o antiestrías para prevenir la aparición de estrías en el abdomen, pecho y muslos.
Puede que también te hayan aparecido manchas en la cara, especialmente en las mejillas y el puente de la nariz. Es el cloasma o máscara del embarazo. Estas manchas se oscurecen con la exposición al sol. Utiliza una crema de protección solar para que no empeore su aspecto. Después del parto suelen desaparecer solas.

Y tú, papá... no dejes de hablarme, ¡aunque eso de hablarle a la tripa de mamá te resulte extraño! Puedo oir los sonidos del exterior y me encanta oir tu voz. Es una de mis preferidas. También notarás cómo me muevo y yo noto qué me sientes.
¡Qué raro! ¿no crees? que la tripa de mamá se mueva con mis patadas.
¿Sabías que algunos hombres experimentan un embarazo empático? No, no temas. Son sólo algunos síntomas de embarazo como sueño, cansancio y a veces aumento de peso.
No te olvides de consultar:
Imagen de mi 5º mes.

MIS CAMBIOS FISICOS...
El feto pesa ya más que la placenta. Es el momento en el que sus reflejos se ponen en funcionamiento. Por eso, además de dar patadas y agarrar a menudo, empieza a chuparse el dedo. Sus movimientos se vuelven más fuertes, sobre todo por las noches, y es capaz de dar vueltas sobre sí mismo.
Hacia la mitad del mes, su cerebro es muy similar al de los adultos, debido a que en este periodo el organismo del feto produce un centenar de neuronas por segundo. También cuenta con un rudimentario sistema inmunológico para defenderse de determinadas infecciones.
Con el fin de mantener su temperatura, a lo largo de los siguientes meses aparece una grasa debajo de la piel que se sitúa en distintas zonas del cuerpo hasta rodearlo totalmente. Este tipo de grasa es distinto del vérnix caseoso que comienza a aparecer durante la semana 20 embrionaria. El vérnix es una capa protectora de grasa que recubre la piel del feto para evitar que se reblandezca debido al contacto directo con el líquido amniótico.

Se empiezan a formar los dientes de leche, aunque dentro de los alvéolos dentarios. Es posible también oír los latidos de su corazón. Las uñas siguen creciendo, mientras que la cara ya tiene cejas y pestañas.
Ahora ya capta ruidos del exterior y reacciona ante ellos. Sobre todo, es capaz de distinguir la voz de su madre. Si los sonidos le resultan agradables, acerca la cabeza al vientre de la madre, mientras que si el ruido que le llega no es de su agrado, la aleja. Algunos expertos recomiendan ponerle música, sobre todo clásica, y hablarle para que se sienta seguro.

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