ATAQUE CARDIACO

PUNTOS PRINCIPALES
- Otros nombres: ataque de corazón, infarto, angina, angor. Nombre médico: síndrome coronario agudo.
- Los servicios de urgencias y emergencias y los médicos de urgencias proporcionan atención médica y cuidados a miles de personas que anualmente padecen síntomas atribuibles a un ataque cardiaco.
- La enfermedad coronaria o aterosclerosis coronaria, la responsable última del ataque cardiaco, es la causa más frecuente de muerte entre la población de los países industrializados.
- Si usted piensa que puede estar padeciendo un ataque cardiaco, debe buscar atención médica de forma inmediata.
- Reconocer precozmente los síntomas y obtener atención médica inmediata reduce considerablemente las consecuencias y secuelas que sobre el corazón pueden presentarse.
- Los síntomas incluyen:
o Dolor en el pecho, generalmente en su zona más central, que recuerda a una presión o constricción fuerte, con mal estar, que dura unos pocos minutos para ceder con el reposo.
o Dolor en el pecho que se extiende (irradia) a hombros, brazos, mandíbula o espalda.
o Disconfort en el pecho con sensación de mareo, sudoración fría intensa, náuseas y dificultad respiratoria.
- A menos que usted sea alérgico a la aspirina o que su médico le haya dicho explícitamente que no la tome, ingiera media aspirina de adulto si cree que está padeciendo un ataque cardiaco y avise al 1-1-2 o acuda a un servicio de urgencias lo antes posible.
- Para prevenir ataques cardiacos, realice ejercicio físico de forma regular, no fume, combata el exceso de peso, controle las cifras de colesterol y presión arterial, y tome las medicaciones prescritas por su médico. También es de suma importancia un control estricto de la diabetes y evitar el consumo excesivo de alcohol.

¿Qué es un ataque cardiaco?
R. Un ataque cardiaco (infarto de miocardio) se produce cuando el suministro de sangre al corazón (miocardio) se bloquea. Este bloqueo puede suceder como consecuencia de un coágulo de sangre (trombosis) que se forma sobre un depósito anómalo de colesterol (aterosclerosis) en la pared de las arterias del corazón (arterias coronarias), o por un espasmo severo de las arterias coronarias (vasoespasmo). Si el suministro de sangre a una porción del corazón se detiene, esa porción no recibe oxígeno y muere (infarto). Si la porción afectada es muy extensa, los cambios producidos pueden ser irreversibles y conducir a la muerte.

P. ¿Quién tiene riesgo de padecer un ataque cardiaco?
R. La probabilidad de desarrollar una enfermedad coronaria se incrementa con la edad. La enfermedad tiene una frecuencia mayor en hombres, aunque ello no quiere decir que las mujeres no la sufran, sobre todo después de la menopausia, cuando esta tendencia suele igualarse. También existe una probabilidad mayor si algún familiar de primer orden ha padecido ya la enfermedad y, sobre todo, si tenemos algún factor de riesgo cardiovascular no controlado. Los factores de riesgo cardiovasculares clásicos que aumentan la probabilidad de padecer un infarto de miocardio son el tabaquismo (más de doble de riesgo), la hipertensión arterial, la elevación del colesterol y triglicéridos, la obesidad e inactividad física y, sobre todo, la diabetes.
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¿Cuáles son los síntomas de un ataque cardiaco
R. Los síntomas más comunes incluyen:
o Dolor en el pecho, generalmente en su zona más central, que recuerda a una presión o constricción fuerte, con mal estar, que dura unos pocos minutos para ceder con el reposo. Dolor en el pecho que se extiende (irradia) a hombros, brazos, mandíbula o espalda. Disconfort en el pecho con sensación de mareo, sudoración fría intensa, náuseas y dificultad respiratoria.
Otros síntomas menos comunes son.
o Dolor en la zona alta del abdomen o boca del estómago (epigastrio). Dificultad en la respiración. Sudoración profusa y fría inexplicable, palidez. Palpitaciones.
No todos estos síntomas aparecen con cada ataque cardiaco. Algunas veces marchan y reaparecen. Si usted nota uno o más de estos síntomas o ve que alguien los padece, no pierda tiempo. Llame a su servicio de urgencias y emergencias (061en muchas áreas) o acuda al servicio de urgencias más cercano inmediatamente.

P. ¿Cuáles son las dificultades para diagnosticar un ataque cardiaco?
R. En ocasiones, confirmar si una persona padece o no un ataque cardiaco puede requerir de cierto tiempo. Si el electrocardiograma es normal o presenta alteraciones leves o inespecíficas, el médico debe esperar el resultado de otras pruebas, sobre todo, de los conocidos como “marcadores cardiacos de isquemia”, o alguna prueba de inducción de isquemia (prueba de esfuerzo) o, incluso, una coronariografia. Los pacientes deben estar dispuestos, una vez acuden con estos síntomas, a esperar en los servicios de urgencias o en las unidades de dolor torácico hasta que una parte o todas las pruebas anteriores se completen.

P. ¿Son las unidades de dolor torácico útiles en el diagnóstico del ataque cardiaco?
R. Las unidades de dolor torácico son áreas de observación, generalmente anexas a los servicios de urgencias, diseñadas para diagnosticar de forma rápida ataques cardiacos, evitando así altas inadecuadas e ingresos innecesarios. No son esenciales para una asistencia de calidad, aunque sí lo es la existencia de protocolos específicos para el diagnóstico y tratamiento de estos pacientes que, de hecho, existen en todos los servicios de urgencias.

P. ¿Se pueden prevenir los ataques cardiacos?
R. Sí. Para ello, si fuma, debe abandonar el tabaco o, si no se fuma, no empezar a hacerlo. Realizar ejercicio de forma regular para mantenerse en el peso ideal. Tomar una alimentación baja en colesterol, ingiriendo las pastillas para reducirlo si éstas se han prescrito o indicado. Resulta igualmente esencial controlar las cifras de presión arterial. En los pacientes diabéticos, el control de las cifras de glucemia es el factor más importante de los citados. Evitar el consumo excesivo de alcohol. Si además existe una historia familiar de ataques al corazón, es de especial importancia mantener un estilo de vida sano. Realice controles periódicos de las cifras de presión arterial, colesterol y, si es diabético, de la glucemia.

P. ¿Qué debería hacer si cree que está padeciendo un ataque cardiaco?
R. Llame inmediatamente al servicio de urgencias y emergencias (generalmente, 061). El tiempo es crucial. Pare toda actividad física. Siéntese o, mejor, estírese, y libere la presión que sobre el pecho pueda ejercer la ropa, permaneciendo en calma hasta la llegada del servicio sanitario. Si es posible, que alguien permanezca a su lado hasta su llegada.
Si está con alguien que puede estar padeciendo un ataque cardiaco y, de repente, pierde la consciencia y no responde, compruebe si respira. Si no respira, inicie maniobras de resucitación cardiopulmonar básica si usted está entrenado para ello. No retrase la obtención de ayuda aunque la persona intente persuadirle de lo contrario. Afloje la ropa e intente mantener a la persona calmada y lo más quieta posible. No lleve personalmente al paciente al hospital en su coche si en su área existe un servicio de urgencias y emergencias (061). Si la situación del paciente empeorara, usted no tiene medios en el coche para ayudarle. Las ambulancias de los servicios médicos de urgencias y emergencias están especialmente equipadas para atender a estos pacientes.

P. ¿Qué es un desfibrilador externo automático (DEA) y para qué sirve?
R. La causa más común de un paro cardiaco que conduce a una muerte súbita es un ritmo cardiaco irregular (fibrilación ventricular) que impide que el corazón bombee sangre correctamente. La supervivencia en estas situaciones está ligada a la cantidad de tiempo que transcurre entre la parada cardiaca y la administración de una descarga eléctrica (desfibrilación) capaz de parar el ritmo cardiaco anormal. La población general puede entrenarse para manejar desfibriladores externos automáticos (DEA) computerizados y portátiles para parar o abortar una fibrilación ventricular y aumentar las posibilidades de supervivencia. Si en su lugar de trabajo existe un DEA, la SEMES recomienda que usted realice un curso para saber manejarlo en caso de necesidad.