• La leche humana es el alimento de elección durante los 6 primeros meses de la vida para todos los niños, incluidos los prematuros y los niños enfermos salvo raras excepciones (recomendación A).
La decisión última en relación con el modo de alimentar al niño la debe de tomar la madre.
• Las contraindicaciones absolutas de la lactancia materna son las siguientes:
1. Galactosemia
2. TBC materna activa
3. Madre VIH positiva
4. Hepatitis B aguda o portadora de HBAg, sin profilaxis del recién nacido: una dosis de vacuna para la Hepatitis B en las primeras 12 horas del nacimiento y HBIg (0,5 ml) simultáneamente pero en un sitio diferente.
5. Medicación materna contraindicada durante la lactancia.
Aunque casi todas las medicaciones incluyen en su prospecto contraindicaciones en relación con la madre lactante, la realidad es bien diferente y son muy pocas las situaciones en las que se contraindica la lactancia por medicaciones maternas.
Contraindican la lactancia las siguientes drogas: metronidazol, quinolonas, dicumarínicos, clonidina, diazóxido, IMAO y derivados de sales de litio, anfetaminas, pentobarbital, secobarbital, ergotamina, mebendazol, metimazol, tiouracilo, carbimazol, yoduros, isótopos radioactivos, citostáticos y levo-dopa.
De todas formas, el pediatra debe de disponer de una fuente de calidad y actualizada en relación con la lactancia y medicación maternas, tema desarrollado en este documento.
• La lactancia materna exclusiva es el alimento idóneo durante los 6 primeros meses de la vida y se debe continuar con ella hasta los doce meses de edad, al tiempo que se introduce la alimentación complementaria. Posteriormente se debe prolongar todo el tiempo que la madre y el niño deseen (recomendación A).
Los recién nacidos deben alimentarse al pecho lo antes posible, preferiblemente en la sala de partos ó en cualquier caso en la primera media hora de vida, siempre que se pueda.(I, A)
Los recién nacidos deben alimentarse al pecho a demanda, no se debe esperar a que el niño llore, si está despierto, buscando o con un incremento de actividad, debe de ponerse al pecho (recomendación A).
El llanto suele ser un indicador tardío de hambre y en ocasiones, cuando el niño esta ya irritable, se dificulta el amamantamiento.
Los recién nacidos deben mamar entre 8 y 12 veces al día.
Técnica de amamantamiento.
La madre debe estar en un sitio tranquilo y en una postura cómoda.
El niño debe tomar el pecho de frente, sin torcer la cara, de forma que los labios superior e inferior estén evertidos alrededor de la areola, permitiendo que introduzca pezón y gran parte de la areola dentro de su boca.
El niño nunca debe chupar sólo del pezón pues no hará una extracción suficiente y provocará grietas en el mismo, lo que dificultará la lactancia.
El cuerpo del niño debe estar muy próximo al de la madre, su abdomen pegado al abdomen de la madre.
Su nariz debe estar a la altura del pezón y se debe dirigir hacia el pecho.
El pezón debe dirigirse al paladar lo que ayuda a colocar el labio inferior y la mandíbula por debajo del pezón.
La madre sujetará el pecho de forma que no dificulte la extracción de leche de los senos galactóforos (apoyando los dedos sobre las costillas, o en forma de copa o C, es decir poniendo el pulgar encima del pecho, lejos del pezón, y los cuatro dedos restantes abajo).
Para mantener al niño, la madre puede apoyar la cabeza y la espalda del bebé sobre su antebrazo. La cabeza y la espalda del niño deben estar rectas y bien alineadas.
Si el niño está bien enganchado su boca quedará abierta y el labio inferior abarcará más pecho que el superior.
Cuando el niño esté mamando se verá la mandíbula moverse rítmicamente, acompañado de las sienes y las orejas. Si se observa que las mejillas se hunden quiere decir que el niño no está bien enganchado.
Un signo de lactancia eficaz es la audición de la deglución de leche.
Para retirar al niño del pecho hay que evitar dañar el pezón. Para ello habrá que interrumpir el vacío de la succión introduciendo entre las comisuras de la boca el dedo meñique hasta las encías.
Si el bebé duerme durante más de 3 - 4 horas seguidas, se debe aconsejar a los padres que lo despierten para ponerlo al pecho.
No se deben administrar suplementos (agua, suero glucosado, infusiones, fórmula adaptada, zumos, etc.) cuando se está instaurando la lactancia ni posteriormente, salvo que estén médicamente indicados (recomendación B).
No debe aconsejarse el uso de chupetes, aunque recientemente se ha demostrado que el chupete más que dificultar la lactancia materna, en sí es un marcador de que existen dificultades con la misma.
El personal sanitario debe poder aconsejar sobre las formas de extraerse la leche, posibilidad de comprar o alquilar sacaleches y cómo conservar y transportar leche materna. (recomendación B).
Los profesionales sanitarios deben de disponer de información escrita asequible para las madres sobre las ventajas de la lactancia materna, su técnica, mantenimiento de la lactancia e incorporación laboral (recomendación B).
Dar solamente material escrito no resulta eficaz. (recomendación D)
Es útil el apoyo de personas que ya han lactado de forma natural a sus hijos/as (peer counselling) (I,B)
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