sábado, 13 de noviembre de 2010

Carlos Herrera, de ONDA CERO: Carta de una empleada pública de Granada

Carta de una empleada pública de Granada a Carlos Herrera, de ONDA CERO.

Estimado Carlos:
Mis motivos para escucharte cada mañana no han sido otros que el
placer de escuchar una información
imparcial, coherente y objetiva, cualidades........ indispensables en el
oficio de periodista pero que en pocos
medios de comunicación españoles, y ahora creo que en ninguno, es fácil
encontrar. He disfrutado también
muchísimo de tus grandes dotes de comunicador y, sinceramente, me he
divertido bastante oyéndote.

Y por eso lo siento mucho.
Siento mucho haber tenido que ver al final tu faceta más humana
desde el punto de vista negativo. Ver como
la imparcialidad, la coherencia y la objetividad han ido abandonando tus
opiniones a medida que el tema de la
crisis económica avanza. He soportado día tras día ver que, primero,
lanzabas indirectas para que se "metiera
mano" (lo siento, no se me ocurre ahora mismo una forma más correcta de
decirlo) de una vez a los empleados
públicos. Y, después, desde hace unos días, comprobar la satisfacción que
te causa el hecho de que por fin el
Gobierno haya adoptado esta medida que, entre otras, recorta el gasto
público.

Querría hacer un inciso aquí. Parece que hay muchas personas que sólo
pensáis en el gasto que ocasionamos a
vuestros (nuestros también, no lo olvides), bolsillos. Olvidáis y os reís
de la "PRODUCCIÓN " pública que es la
que justifica este gasto. Es que ni pensáis en ella. No estoy hablando de
altos cargos puestos a dedo que
estropean más que arreglan y que no se irán, no lo dudes, sino de los
"curritos" que como en cualquier empresa
trabajamos nuestras treinta y siete horas y media semanales, en muchas
ocasiones en condiciones más que
complicadas porque no contamos con los medios suficientes para poder estar
a la altura de lo que se nos
responsabiliza. Atendiendo a público cabreado e impaciente, cuidando y
formando a vuestros hijos,
responsabilizándonos de la salud de pacientes a los que tenemos que ver en
tiempo record, manteniendo y
limpiando los espacios en los que vivís, protegiendo vuestra seguridad....
En fin....

Igual tú no has necesitado de estos servicios porque puedes pagar
medios privados: gestores, colegios,
clínicas, médicos, seguridad, etc...., pero te aseguro que gran parte de
la población, entre la que me
encuentro, los necesitamos porque nuestro sueldo, los privilegiados que lo
tenemos, no da para más. De los que
no lo tienen, ni te hablo.

En fin, te he escuchado defender esta medida y....bueno, es tu opinión
como la de muchas personas. Injusta,
indicadora de un desconocimiento total de la, labor que realizamos (¿cómo
la vas a conocer si, como te decía,
poco tendrás que usarla?) y, por lo que a mí respecta, triste. Es de MI
TRABAJO, del que hablas. El que crees
que hay que remunerar menos. El que infravaloras en definitiva.

Pero en fin, he seguido escuchándote a pesar de todo porque no hacías
más que manifestar eso, una opinión.
Pero hoy voy a dejar de hacerlo. Hoy he comprobado que te has vuelto
parcial, incoherente y subjetivo. Y ya no
me parece interesante oírte.

Ahora que el Gobierno ha dejado de mirarme y te mira a ti, que entiendo
te cuentas entre las afortunadas
personas que ganan más de 80.000 euros al año, te sientes indignado. Ves
los "peros" de dejar a los ciudadanos
con menos dinero que gastar y te parece que esa medida es injusta y poco
útil, peor aún, que puede ser
devastadora para los mercados.

Ya. ¿Para qué mercados? ¿Para las grandes firmas como Loewe? ¿Para la
casa Mercedes ? ¿Para el hotel Alfonso
XIII? ¿Para restaurantes como Zalacaín o La Broche? Te aseguro que los que
ganáis más de ochenta mil éuros al
año
(declarados) no vais, por la subida de un punto o dos más en el IRPF a
dejar de gastar en ellos. Ni lo van a
notar, te lo aseguro. Ese mercado no se va a ver resentido. Y si no podéis
vosotros, cosa que dudo, ya seguirán
acudiendo a él los que no declaran las fortunas que ganan. Siempre ha sido
así. A estas grandes empresas, nunca
les fallan sus clientes.

Las tiendecitas de barrio, el bar que hay debajo de casa, los
restaurantes normalitos, los hoteles de dos y
tres estrellas, las gamas bajas de vehículos.... ese mercado que es el al
que podemos acceder la mayoría de los
españoles y del que viven otros tantos, como no es frecuentado por las
personas que ganan más de 80.000 euros al
año, igual sí que se ve afectado.

Tiendo a pensar, por la parte que me toca, que el recorte de sueldo de
los empleados públicos, que sin ningún
pudor ni conocimiento defiendes, sí que le va a hacer daño. Sí que le va a
hacer daño la congelación de las
pensiones. Llegamos a fin de mes justitos, así es que el dinero que nos
quiten ahora, lo tendremos que quitar de
nuestro consumo en estos establecimientos/empresas. A este recorte, por
cierto, tenemos que añadir la subida del
IVA y de la energía eléctrica, de las que tampoco nos libramos. Así es que
los mil/mil quinientos euros que
ganamos la mayoría de nosotros, una vez que nos apliquen el recorte
salarial, como podrás comprender a poco que
sumes, se nos irá en pagar la hipoteca/alquiler, la comida, el agua, la
luz.... y poco más nos quedará para el
consumo.

Carlos, todos podemos traernos al trabajo el desayuno de casa, no hay
mucho problema. También podemos
aguantar con los zapatos y la ropa del año pasado, tomarnos en casa la
cervecita con nuestros amigos, comer con
ellos también en casa en lugar de ir a un restaurante de vez en cuando y
"aguantar" el coche un poco más. El
problema será para el dueño del bar que vivía de servir desayunos a esa
"panda de vagos" que somos los empleados
públicos. Para el dueño de un pequeño comercio de ropa o calzado, del
restaurante sencillito, del hotel
familiar, del supermercado de barrio, del concesionario que vende coches
de ocasión.... Y para sus empleados.
Este sector de mercado lo tendrá realmente bastante más difícil para
sobrevivir que el de Loewe, Zalacaín, el
hotel Alfonso XIII o la Mercedes.

Y, como te comentaba, a éste mercado es al que accedemos la mayoría de
los españoles. Sin ninguna duda al
menos, los funcionarios, como nos llamas a todos, y los pensionistas.

Mira, te voy a mostrar lo que entiendo yo por solidaridad, por
responsabilidad, por coherencia y por
justicia.

Yo no tengo ningún problema en apretarme el cinturón (si es que esto,
como dudo, puede solucionar algo), para
que con este dinero se puedan pagar subsidios de desempleo, gastos
sociales y disminuir el déficit del Estado.
Para que podamos salir de esta situación caótica en la que la coyuntura
mundial y la vergonzosa ineptitud de
nuestra clase política (de todos los signos) nos han metido. Creo que es
absolutamente necesario, justo y
razonable. Pero hay dos aspectos que me harían sentirme más conforme y más
tranquila.

Uno de ellos sería que de este esfuerzo que se nos exige a los
pensionistas y empleados públicos no se escape
nadie en este país. Que contribuyamos TODOS y TODOS arrimemos el hombro.
Ricos y menos ricos. Empleados públicos
y PRIVADOS. Todos los trabajadores y los dueños de grandes fortunas. No os
pongáis a temblar los que ganáis más,
que vosotros lo vais a notar relativamente poco.

El segundo aspecto que me haría no plantearme siquiera sentirme molesta
con este recorte es que una vez que
esta situación pase, que pasará como todas las crisis, se nos devolviera a
TODOS también el poder adquisitivo
que teníamos antes de padecerla. Que no sólo lo privado se beneficie de
las épocas de bonanza mientras que a
nosotros se nos mantiene, incluso yendo el país bien, en la misma
situación económica que en los momentos de
"urgencia social". Que cuando pasen esos momentos, se nos restituya a la
situación que teníamos antes de la
crisis como a todo hijo de vecino. No pretendería más.

Con estas dos condiciones, entrego gustosamente mi dinero para
contribuir a que nuestro país no se desmorone
del todo. Para ayudar al que ahora mismo tiene la desgracia de estar en
paro y a sus familias. Lo entrego con
los ojos cerrados. Por solidaridad, por responsabilidad y porque lo
considero justo.

Pero tú y yo sabemos que no va a ser así. Que nunca ha sucedido así.

Carlos, todo lo que de justo tiene que yo tenga que contribuir al
arreglo de esto, lo tiene de injusto el
hecho de que no seamos todos los que lo hagamos. Que tenga que seguir
contribuyendo a esto aún cuando "esto",
haya pasado. ¿Me puedes dar una sola razón para que no se toque a grandes
sueldos que no han sido recortados; a
las grandes fortunas? ¿Me la puedes dar para que las subidas salariales
que se nos aplican después de las
"crisis" se hagan en un porcentaje muy inferior al de la subida del IPC
del año que toque y sobre sueldos
congelados (ahora, reducidos) durante sabe Dios cuántos años esta vez?.

Esto no es demagogia. Es la realidad pura y dura. Creo que objetiva,
imparcial y coherente. Como eras tú
antes de ver peligrar un poco de lo mucho que tienes.

Si quieres, te puedo dar un consejo acerca de cómo pasar el mal rato de
ver horrorizado que ahora te puede
tocar a ti: Sencillamente, aprieta los dientes y aguanta. Es la medicina
que tomamos nosotros, los
"funcionarios", como nos llamas. Y ahí vamos, tirando "palante".
Trabajando exactamente igual, con la misma
responsabilidad, que cuando ganábamos más. Asumiendo por añadidura el
trabajo de los compañeros a los que no se
sustituirá por la crisis.


Otro inciso: no querría pensar que ahora te estás cuestionando la
calidad del trabajo de PROFESIONALES de la
medicina, de la enseñanza, de la gestión, de la investigación, de la
seguridad..... no querría pensar que la
ancestral imagen del "funcionario" de manguito vago, poco formado e
inútil, aún está en tu mente. No puedes ser
tan....limitado. Y, a todo esto, no todos somos funcionarios, te rogaría
que nos denominaras bien si quieres
generalizar. Te informo de que la designación exacta es: Empleado Público.
Algunos de nosotros tampoco tenemos
la estabilidad en el empleo que tanto se envidia y que, al parecer
justifica todo lo que se nos diga o haga. Hay
muchos contratados laborales a los que también se les aplica, por cierto,
la bajada de retribuciones y que
también pueden ser despedidos cualquier día.

Y aquí acabo. Sé que esta carta no la vas a leer en tu programa, por
su extensión y por su contenido. No
importa, sólo quiero que la leas tú (de darle difusión, ya me encargaré yo
misma) y que pienses un poquito, si
te dignas, en lo que te cuenta esta humilde ex-"forofa" tuya. Y que, si es
posible, dejes de amargarles las
mañanas a los TRABAJADORES públicos, aunque me temo que probablemente esta
carta tenga el efecto contrario si
tienes la soberbia que, no sé por qué, ahora te presupongo. Será por lo
que me has cabreado y ojala me
equivoque.

Un saludo y que Dios nos pille confesados. A TODOS, Carlos.

Concha.

P.D.- Me dirijo a tí, compañero o compañera empleado público: ayúdame a
dar publicidad a este escrito...
PÁSALO!!!!!!! Muchas gracias...

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