CONSEJOS PARA VIAJAR A MALÍ
No dejes de probar el capitán, pez del Níger, con alguna salsa africana.
Si entre las raíces de un baobab ves algún objeto (un trozo de cerámica, una sandalia…) no lo cojas, es una ofrenda.
En las aldeas da la mano a los niños, pero entonces renuncia a hacer fotos… no te sueltan.
Detente en el camino para visitar todos los mercados, por la tarde hay una luz especial.
No te pierdas el atardecer en Mopti a orillas del Níger (imperdonable olvidar la cámara de fotos).
Confía en el transbordador para ir a Djenné, no pasa nada.
Ellos lo usan continuamente.
Además, cuando lo estés esperando no dejes de comprar un juguetito de hojalata reciclada a los niños.
Si vas a visitar el País Dogón, aprovecha en Mopti o en Djenné para comprar nueces de kola.
A los ancianos dogón les encanta que se las regales.
Mira Tombouctoú con mucha, mucha poesía.
Tienes que imaginar a las caravanas transaharianas cuando llegaban del Norte o iban a salir en dirección al Mediterráneo (te puede ayudar una historia que alguien ha dejado en el Hotel Le Colombe II, en la habitación núm.15 en el cajón de la mesilla de noche).
Excepto por conocer el desierto de Tombouctoú, la visita a los tuareg es del todo prescindible. Vale más la pena que te sientes en un portal y te quedes dos horas viendo discurrir la vida en la ciudad.
Llévate un pañuelo foulard. Te puede servir para muchas cosas: cubrirte cuando el aire acondicionado es muy fuerte o cuando has olvidado el sombrero. Además, lo agracederás si te encuentras con una tormenta de arena.
No te empeñes en hacer un trekking por el País Dogón, sobre todo en las épocas más calurosas. Con ver unas pocas aldeas y bajar la falla es suficiente para hacerse una buena idea del asunto.
No fotografíes a las personas si no te autorizan. Las mujeres se enfadan muchísimo.
Sonríe y habla con la gente, por favor (aunque sea por signos).
Si al volver a tu país puedes hacer algo por ellos, ¡hazlo!
No hay comentarios:
Publicar un comentario